(shoulder)
A media luz, con el dolor de hombro habitual y ese olor caprichoso que presagia una larga noche, me recuesto oyendo sin escuchar en la radio y mirando sin ver la telaraña en la pared; simplemente esperando digerir el delirium de Irune y ese sabor de sus tres dioses interiores que aún divagan en mi cabeza, será que estoy buscando vías alternas ante el inminente lunes?... aquí voy de nuevo.
_______quid novi_______
2 comentarios:
Hola, gracias por visitar mi blog
Definitivamente las noches no son siempre los mejores momentos del día para divagar.
Tienen una magia especial que no ayuda a digerir, a veces sólo confunden más ;)
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