NO TIENE IMPORTANCIA

Esta pena mía
no tiene importancia.
Sólo es la tristeza de una melodía,
y el íntimo ensueño de alguna fragancia.

-Que todo se muere,
que la vida es triste,
que no vendrás nunca, por más que te espere,
pues ya no me quieres como me quisiste-.

No tiene importancia…
Yo soy razonable;
no puedo pedirte ni amor ni constancia:
¡si es mía la culpa de no ser variable!

¿Qué valen mis quejas
si no las escuchas;
y qué mis caricias, desde que las dejas,
quizá despreciadas porque fueron muchas?

¡Si esta pena mía
no es más que el ensueño de alguna fragancia,
no es más que la sombra de una melodía!
Ya ves que no tiene ninguna importancia…

*es todo*

BD & R

Tú eres más

Vida mía,
miro el mundo con tus ojos y descubro
que es distinto, no es el mundo que veía
desde mi ventanal.
y también descubro que tú eres más,
más que el cielo y el mar. No exagero.
Hay más verde, más azul en tu mirada,
más colores, más paisajes en tu cuerpo,
que en todo lo que vi
y en tu boca hay fruta de un sabor tan dulce
que jamás comí
Un beso tuyo
me emociona, me conmueve más que todo,
más que un amanecer, más que un acto de fe
más que la flor nacida ayer, flor de mi vida.
Esta vida, este mundo, qué seria
sin tu alma, sin tu voz, sin tu sonrisa
sin tu juventud,
qué sería de mi y de esta vida mía
si no estuvieras tú. No te miento.
Lo que miro, lo que veo, no es más bello
de lo que siento aquí, aquí dentro de mi ...
y que cambió mi vida y esta vida mía.

Tú eres más que todo,
más que la verdad.

Más que el viento, más que el agua,
más que el fuego,
más que el oro, el poder y los gobiernos,
más que la libertad,
más que la razón, más que tantos cuentos
sobre el bien y el mal.
En un mundo
que te cierran los caminos y las puertas
me abriste el corazón,
con tus manos de amor,
sembraste la poesía
en mi y en esta vida mía.

*Tú, aún eres... tú*

Esta va para ti... aunque no estés

Natural

Me he acostumbrado tanto a ti,
a tu voz, a tus miradas, a tus manos,
a tu piel, al olor de tu piel, a tu boca:
al sabor de tus besos, a tu cuerpo,
al calor de tu cuerpo,
que a veces pienso
que eres la única mujer
en todo el universo.
Y que no podría amar a otra
porque las otras, mi amor,
sencillamente, no existen.
Siempre me he preguntado
por qué te amo y te deseo tanto.
Nunca encontré la respuesta.
Si alguien me preguntara
por qué los árboles
florecen en primavera
tampoco sabría que responderle;
quizá, le diría, es natural,
es natural que los árboles
florezcan en primavera
y que en el otoño pierdan sus hojas;
es natural que el sol caliente más
en verano y que haga frío,
demasiado frío, en el invierno;
es natural que los peces
habiten en el mar y en los ríos,
y que el pájaro vuele,
que el viento silbe cuando sopla
y la lluvia fertilice los campos;
es natural que cada macho
tenga su hembra
y cada vida su muerte,
que la luna gire alrededor
de la tierra, la tierra alrededor del sol
y yo alrededor de ti.
Es natural mi amor,
como el color de tu cabello,
como la redondez de tus senos,
como el aire que respiramos,
y es natural que yo esté
enamorado de ti.
De quién más podría
estar enamorado,
es natural mi amor.

*Natural es... que te hayas ido*

“Carpe diem, carpe horam" (Horacio)

Búsqueda

He enviado mis ojos en tu busca,
y han regresado llenos de colores:
Verdes de bosques, pardos de mesetas,
rojos de ocasos, con azul de cielos,
blancos de nieves, y de nubes grises...
mas sin tu imagen hacia mí volvieron.

Envié mis oídos a buscarte,
reapareciendo con sonidos nuevos:
rumor de brisas en los olivares,
rugidos de leones y de truenos,
murmullos de las aguas en los ríos,
fragor del mar, contestación del eco...
mas llegaron sin ti, y esos sonidos
fueron sólo otra forma de silencio.

Mis pies de peregrino te buscaron,
dejando huella en campos y senderos,
y me trajeron polvo de países
extendidos por ambos hemisferios...
pero no te encontraron, y su rastro
hojas fueron perdidas en el viento.

Y salieron mis labios, indagando
las incógnitas de tu paradero,
y trajeron exóticas canciones,
palabras misteriosas de otros pueblos,
voces alegres, gritos penetrantes,
eruditos monólogos, lamentos...
pero tu voz no vino entre esas voces,
quedé sin ti, con sólo tu recuerdo.

Y mis manos, en ávida odisea,
rastreándote trémulas partieron,
y regresaron por igual vacías,
con un temblor amargo entre los dedos...

Y por eso en la noche silenciosa
te busco en los recodos de mi cuerpo.

... y no estás.

“Tempestas ad litorem pervenit"