Sweet november


Nelson: Sara, deja de correr… Sara, no voy a dejarte, sé que me quieres.
Sara: Ya lo sé. Nunca he sentido nada parecido. Jamás pensé que tendría la oportunidad y tú me las has dado.
Nelson: Entonces ¿por qué haces esto?
Sara: Porque empieza a ocurrir
Nelson: No me importa
Sara: Nelson, si te vas ahora lo que teníamos será perfecto para siempre
Nelson: Sara, la vida no es perfecta
Sara: Lo único que tenemos es cómo vas a recordarme… Y necesito que ese recuerdo sea fuerte y hermoso. ¿Entiendes?… Si yo sé que me recuerdas podré enfrentarme a todo… Tú eres mi inmortalidad
Nelson: Quiero cuidar de ti, Sara
Sara: Estaré bien. Vuelvo a casa. Necesito hacerlo. No debes preocuparte. Tú seguirás aquí y tendrás un vida maravillosa. La que te mereces
Nelson: Yo solo te quiero a ti
Sara: Ya me tienes… Para siempre. Deja que me vaya
Nelson: Está bien, Sara. De acuerdo…
Sara: Ahora cierra los ojos… Te quiero Nelson Moss
Nelson: Te quiero, Sara Deever
Sara: Recuérdame

Sara le tapa los ojos con una bufanda, la misma con la que jugaban a la gallina ciega cuando estaban juntos...y cuando Nelson se la quita ya no esta. Hay momentos de dolor tan intensos que te hacen desear estar muerto para evitar seguir bajo su atormentador influjo.

Based in motion picture Sweet November
Posted by Stalmat

Fin


Me pedías seguridad, sinceridad, decías estar arta de sufrir, de ser engañada, me pedías que si me gustaba alguien más te lo diga por más duro que esto resultase; esta noche reflexiono sobre tus palabras y llego a la misma conclusión una y otra vez, a saber: Tus súplicas eran predicciones de todo lo que ibas a cometer antes de quedar en silencio e irte como una extraña sin importarte lo que con anticipación también te había pedido.

Decías estar tranquila, sentirte querida, asegurabas extrañarme cuando cerraba la puerta por fuera, aducías estar contenta con mis detalles y versabas sobre lo feliz que te sentías por no haberte equivocado esta vez.

Ahora sé que no fuiste mi mejor oportunidad, que estaba equivocado creyendo que era un tesoro que no querías perder, que no aspirabas a una linda historia junto a mi, pues lo nuestro representaba una prueba para convencerte que ya no amabas a alguien más y cuando finalmente llegó el día en que lograste convencerte de lo contrario, abriste la puerta y la cerraste en mis narices, sin darme más alternativa que especular la razón de tu portazo.

No te odio porque el hecho de que yo te haya amado no implicaba que tu tenías que amarme también, tenías derecho a no hacerlo, y respeto eso. Sin embargo queda el dolor y la impotencia de sentirme vulnerado por tu maniobra pueril y perversa.

Finalmente entiendo que lo que me dijiste son cosas que todo el mundo dice al empezar una relación, adiós, sin pena ni gloria.

By Stalmat