Érase una vez


Erase una vez (...), y vivieron felices para siempre.

De las historias que nos contaban cuando éramos niños, a la realidad latente, hay una gran diferencia, más grande de la que cualquiera desearía; así es como vemos el mundo los adultos.

Cuando éramos niños, el universo era tan pequeño, soñar tan sencillo, dormir muy fácil y el jugar constituía la razón de vivir. Sin darnos cuenta, en algún momento de nuestra existencia, mientras crecíamos, dejamos de jugar, soñar, reír, dormir, vivir, llegamos a adultos olvidando la magia de ser niño, entonces aprendímos el significado de palabras que no conocíamos cuando niños: estrés, odio, orgullo.

No podemos volver atrás y vestirnos con talla 8, pero sí podemos relajarnos un poco y disfrutar de cosas simples y gratuitas, respirar de vez en cuando y reír mucho más; seamos niños grandes y olvidemos las palabras malas que aprendimos al crecer.
By: Stalmat

3 comentarios:

MecheFuz! dijo...

hola joniiii!!! como estas? nose por qué no puedo ver tus fotos...
Es un lindo posteo éste, yo recuerdo que tuve una especie de crisis tipo 14 o 15, cuando uno ya empieza a notar que la cosas van teniendo otro giro. Lo complejo es recordar que de chicos nos alegrabamos de una manera tán fácil, cosa que de adultos nos va costando un poco más.
En particular hay 3 cosas bien marcadas que no se me fueron apesar de ser adulto; una postura, la torpeza y un lunar en la cara jaja
Lo bueno de ser adulto hoy, es que ya no tengo que heredar la ropa grande de mi hrno jaja
Pero sí, deberíamos valorar las cosas simples muy seguido, cosas que como vos decis, por estrés, odio y orgullo, hoy no miramos
Saludos jonii!!
que termines bien tu semana!!!
la corto aca porque sino la hago muy larga.
abrazo!!

Unknown dijo...

Hola Jhon!! .. a los anhotes luz... oye, esa cancion de tear for fears.. de donde lo sacaste! :D

Zauber dijo...

Cercando una imagen me encontré con su mundo, y he de decir que es maravilloso todo él, imágenes y palabras, sobre todo sus palabras... Me alegra que haya encontrado el amor, es algo realmente hermoso.
Imagino que podemos seguir siendo niños, vestidos de adultos, jugando a ser mayores. No se pierde la inocencia, seguro que guardamos algo de ella bajo llave en nuestro ser.

Espero leerle pronto, amigo. Un abrazo