Aquellas cadenitas cadenotas



Camina por la Av. De la vida, desconsolada, triste, apesadumbrada y sola, camina esperando toparse con su príncipe azul a quien busca en cada mirada, cada gesto, cada palabra… sin darse cuenta que lo que en realidad busca tan desesperadamente es un bote de salvación para no ahogarse en el mar de su depresión, alguien que la haga sentirse amada, necesaria, útil, consolada; y cuando finalmente lo encuentra, entonces, empieza a recordar lo bello que es vivir y dejar vivir sin hacer el patético papel de víctima; poco a poco empieza a “resucitar”, gracias, en parte al apoyo del “débil emocional” que tiene a su lado, finalmente abre los ojos y despierta, mira a su alrededor y ve que alguien está a su lado, al principio le parece familiar, ohh al fin se da cuenta de que es el aún “débil emocional” que algún día entró en su vida, y como ella ya dejó de serlo (débil emocional), sencillamente vende la ilusión y desecha al tipo sin mirar atrás, lo deja en el mismo estado en el que ella estaba al principio, lo abandona sin respuestas, sin esperanzas, sin sueños, sin ella; ahora se la ve caminando por la Av. De la vida esperando toparse con el primero que le ofrezca sonrisas, aventura y si se puede algo que se parezca al amor; en fin la cadena se une con eslabones de amor y desesperanza intercalados entre si.

… y mientras tanto el “débil emocional” continúa buscado, y cuando cree haberla encontrado choca de frente contra el muro de la apatía y decide aceptar la frustrante realidad descargando sus ganas de amar en párrafos de fantasía y sueños, sueños que quizás sean sólo eso.


_______¿y por esto te portas así conmigo? Ok esta bien_______

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