Noche de insomnio provocado

[Texto escrito en 2005, una madrugada cuando las cosas parecían no tener sentido, o no lo tenían]

I (12:10 a.m.)

Vacío, aletargado y sin mucho que decir empiezo por reconocer que sólo soy una imagen, un sueño en la vida de todos los que se topan conmigo, a estas alturas no recuerdo por que lloro, si es por que no me interesa más encontrar a ese alguien o es por que me siento incompleto, sórdido y repugnante o tal ves por que siempre represento el papel del hombre ideal a quien sólo se suele ver detrás de una vitrina sin posibilidad alguna de encontrar comprador ya que todas adquirieron uno y quizás sólo quieran uno de alquiler o desechable, para reconfortar su momentánea soledad mientras reparan el propio… que madres, ya no sé por que lloro o si tendrá sentido hacerlo.

II (1:03 a.m.)

Veo el calendario marcado y me digo: “un mes más, que más da”, paso la hoja y me digo: “un año más, genial estás creciendo ¿para qué?, que más da”. Que venga julio con su fucking shit, ya verá como lo recibo…
Porqué será que cuando estoy en este estado me duele el estómago y me pica todo, ¿será que mi cuerpo es alérgico a la cotidiana inyección de realidad?

III (2:30 a.m.)

Camino con él, vamos camino a la heladería que está doblando la esquina, lo llevo en los hombros como a él le gusta, mientras vamos pregunta ¿porqué tienes pelos en la boca?, tomo su manita y le digo: amorcito esos pelos son llamados bigotes, el replica: ¿porqué no tengo bigotes?, por que aún eres niño mi amor y cuando sea grande tendrás más que yo. Mientras continuamos lo contemplo pensar en lo nuevo que aprendió, cuando al fin llegamos a la heladería lo veo indeciso ante tal variedad de sabores, finalmente elige unos y cuando voy a pagar sólo hay arena en mis bolsillos, giro a verlo y ya no está.

IV (3:45 a.m.)

Se me acabó el rollo de p.h. y sigo llorando, me veo en el espejo y veo los despojos del inocente niño que alguna vez habitó en mí, ciego, indiferente a la vida real y esquivo, en fin, algunas cosas no cambian con el tiempo.

V (5:15 a.m.)

Un vaso de agua y ½ Diazepam serán los que acaben con esta larga noche de reconocimiento y adoración al fantasma de mi esencia, y sin más lágrimas que llorar, pero con razones renovadas para hacerlo empiezo a sentir el efecto narcótico del silencio y la ausencia de lo innecesario.

VI (6:30 a.m.)

Ahora solo sollozo y dejo al lapicero descansar… amanece y duermo.

[Meses más tarde encontré las respuestas, pero surgió una nueva: ¿Por que no podemos escoger las cosas que queremos olvidar, y tenemos que estar supeditados al azar del tiempo?]

_______Play para la canción de hoy: Mi alma entre tus manos - Jorge Prado_______