SIMPLEMENTE

Nos dijimos adiós. La tarde estaba
casi llorando nuestra despedida.
Nos dijimos adiós tan simplemente
que pasó nuestra pena inadvertida.

No hubo angustia en tus ojos ni en mis ojos.
No hubo un gesto en tu boca ni en la mía.
Y, no obstante, en el cruce de las manos
calladamente te dejé la vida.

Fuiste valiente con tu indiferencia
y fui valiente con mi hipocresía,
nos separamos como dos extraños
cuando toda la sangre nos unía.

Pero tuvo que ser y fue sin llanto,
sin una escena ni una cobardía.
Tú te fuiste pensando en el olvido
y yo pensaba en la melancolía.

Hoy sólo resta de esa vieja tarde
un recuerdo, una fecha y una rima.
Así, sencillamente nos jugamos
el corazón en una despedida...


*te importa si te miro un rato más?, quiero recordar tu rostro para mis sueños*


"Vámonos, corazón, hemos perdido,
ya nunca espigarán tus ilusiones.
Recoge tu esperanza y tus canciones
y partamos en busca del olvido.
Vámonos, corazón, ya tu latido
sólo podrá contar renunciaciones.
Guarda su nombre con tus oraciones
y si debes sangrar, sangra esondido."


Demasiado triste para levantarme hoy, hasta mañana.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente eres un mago de las palabras.
Me encantan tus escritos :)

Un abrazo.